El móvil mató a la cámara compacta de fotos

¿Te acuerdas de lo que era una cámara compacta? Puede que, sinceramente, la tengas olvidada en lo alto de una estantería, empolvada y sin batería que consiga reanimarla. Si es así, te habrá pasado lo que a la mayoría. Es una de las víctimas que se ha cobrado la proliferación de los teléfonos móviles inteligentes, aparte de las relaciones familiares (otras de las grandes damnificadas).

Con los años, la calidad de las cámaras fotográficas de los smartphones se ha visto incrementada de manera considerable. Tanto es así que hoy contamos con cámara súper potentes en nuestros dispositivos, algunas incluso dobles, que nos permiten hacer verdaderos ejercicios de precisión fotográfica.

Las cámaras compactas que compramos en la era digital se han vuelto sencillamente prescindibles. Los datos lo dejan claro. Según la Asociación de Productos de Cámara eastward Imagen, de la cual son miembros los principales fabricantes de dispositivos, han pasado de distribuir en todo el mundo 121 millones de cámaras en 2022 a tan solo 25 millones en 2022.

El móvil mató a la cámara compacta de fotos

Se venden cinco veces menos cámaras que en 2022

Los datos proporcionados por CIPA, la Asociación de Productos de Cámara e Imagen, ponen de manifiesto una reducción hasta cinco veces de la cantidad de dispositivos que se venden en todo el mundo. Los miembros de esta asociación son fabricantes como Olympus, Casio, Canon, Fujifilm, Sony o Nikon.

Para muchas firmas, el cierre del negocio está más cerca que lejos. Firmas como Casio ya se han planteado el cierre de este negocio, de modo que aquí podría cumplirse ese viejo dicho que reza: 'Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar'. Otras firmas, como por ejemplo Nikon, han llegado a cancelar la fabricación de la serie DL de cámaras compactas, para dedicarse a las DSLR de gama alta, los objetivos y las cámaras sin espejo, que son otra tendencia entre los que siguen apostando por la adquisición de cámaras.

Las cámaras siguen vendiéndose, sí. Pero ya te hemos contado cuáles son las cantidades que manejan los fabricantes. Y los precios tampoco son los mismos. El precio de las cámaras compactas se ha incrementado considerablemente, porque, aunque sea por los pelos, los fabricantes tienen que subsistir.

Nunca más comprarás una cámara compacta

Nunca más comprarás una cámara compacta

Seguro que era lo que más lejos tenías en tu lista de prioridades: comprar una cámara compacta. Los expertos hace tiempo que pronostican que nunca más compraremos una cámara de estas características. En primer lugar, porque cuando salimos de viaje no queremos sobrecargarnos. ¿Qué sentido puede tener llevar una segunda cámara, si la que tiene nuestro smartphone ya nos ofrece una calidad fotográfica lo suficientemente holgada?

Aquello que quieran una cámara dedicada, seguramente será porque necesiten obtener fotos de mayor calidad. Y en ese caso, lo más probable es que opten por una cámara profesional, y no por una compacta al uso, pensada para usuarios corrientes.

Fotografía y redes sociales: nuevas maneras de compartir

Primero revelábamos las fotografías y ahora parece que lo del papel es un poco más prescindible todavía. Porque hemos adoptado una nueva manera de compartir las imágenes que capturamos con nuestros teléfonos: hablamos de las redes sociales. Ahora hacemos fotos con el móvil y las compartimos directamente a través de WhatsApp, Facebook o Instagram: una opción que queda limitada con las cámaras compactas.

Tener las fotos en el móvil nos pone las cosas más fáciles. Porque, aunque queramos revelarlas, tenemos distintas aplicaciones y servicios que nos ofrecen esta posibilidad de una manera rápida, ágil y directa. Nos evita, además, tener nuestros archivos desperdigados en distintas tarjetas o soportes, lo que no hace más que complicarnos la vida.